“En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora. Por eso el Concilio Vaticano II llama a la familia, con una antigua expresión, Ecclesia doméstica. En el seno de la familia, "los padres han de ser para sus hijos los primeros anunciadores de la fe con su palabra y con su ejemplo, y han de fomentar la vocación personal de cada uno y, con especial cuidado, la vocación a la vida consagrada."[1]
INTRODUCCIÓN
La alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los discípulos es una alegría misionera…Esa alegría es un signo de que el Evangelio ha sido anunciado y está dando fruto. Pero siempre tiene la dinámica del éxodo y del don, del salir de sí, del caminar y sembrar siempre de nuevo, siempre más allá. Cuando está sembrada la semilla en un lugar, ya no se detiene para explicar mejor o para hacer más signos allí, sino que el Espíritu lo mueve a salir hacia otros pueblos.[2]
OBJETIVO
Al finalizar el tema las parejas comprenderán:
1) Los elementos que hacen de la familia una
Iglesia Doméstica.
2) Como vivir la experiencia de Dios en la
Familia.
3) La misión de la familia como Iglesia
Doméstica.
4) El ministerio de evangelización de la familia
cristiana.
5) El acompañamiento de la Virgen María, como guía
de la familia.
DESARROLLO
a) De acuerdo a las sesiones los objetivos se
alcanzarán, como sigue:
Sesión 5 objetivos del 1 al 5
b) En este tema no se remitirá a ninguna cita bíblica.
[1]
Catecismo de la Iglesia Católica 1656
[2] EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM DEL SANTO PADRE FRANCISCO, SOBRE
EL ANUNCIO DEL EVANGELIO EN EL MUNDO ACTUAL, numero 22.
INICIO
2.5.1. Iglesia doméstica.
La Iglesia en su verdadero sentido no es otra cosa, que una pequeña o gran familia, en la que todos somos hermanos, hijos de Cristo, nuestro modelo, nuestro guía y hermano mayor que dio su vida por nosotros porque nos ama. La Iglesia es la gran familia, la familia es la pequeña iglesia doméstica.
Los elementos que hacen que la familia llegue a ser una verdadera Iglesia Doméstica son dos:
1. La familia, comunidad de y amor que se reúne en nombre de Cristo para dar una continua vivencia de su Fe, Esto supone tomar conciencia de ser Iglesia Doméstica. Y una comprensión de la misión que cada uno tiene hacia los demás miembros de la familia.
2. Convertirse en una comunidad evangelizada y evangelizadora. Especialmente en educadora en la fe de sus miembros con la inseparable proyección misionera.
La familia es el
lugar y tiempo de salvación para sus miembros, esto significa que padres e
hijos deben encontrar dentro de la familia, los cimientos necesarios para su
evangelización.
2.5.2. La experiencia de Dios en la familia.
Ahí debe vivirse la presencia de Cristo como Iglesia. En ella Dios se siente en su casa. Al lado de los padres guiándolos para que anuncien la Buena Nueva a sus hijos, aún antes de nacer, sientan las bases para una futura captación y aceptación de esta Buena Nueva con el amor de ellos entre sí. Por amor los padres proyectan traer a los hijos a la vida en nombre del Señor. Y de esa manera continúan la obra creadora y colaboran en la preparación de un mundo mejor.
En la familia podemos vivir la experiencia de Dios en confianza. Se trata
de una experiencia que nos llevará a orar y decir con pleno sentido "Padre
Nuestro'', porque ¿Cómo podremos hablar a Dios como padre sin tener la
resonancia del amor paterno y materno en familia?
ILUMINACION
2.5.4. La familia y la transmisión del Evangelio.
El documento de
nuestros obispos en Puebla dice:
Esta iglesia
Doméstica, convertida por la fuerza liberadora del Evangelio en "escuela
del más rico humanismo", sabiéndose peregrina con Cristo y comprometida al
servicio de la Iglesia particular, se lanza hacia el futuro dispuesta a superar
las falsedades del mundo que desorientan al hombre moderno.
“La familia, al igual que la Iglesia, debe ser un espacio donde el Evangelio es trasmitido y desde donde éste se irradia.
Dentro pues de una familia consciente de esta misión, todos los miembros de la misma, evangelizan y son evangelizados. Los padres no sólo comunican a los hijos el Evangelio, sino que pueden a su vez recibir de ellos este mismo Evangelio profundamente vivido. Una familia así se hace evangelizadora de otras muchas familias y del ambiente en que ella vive".
La familia cristiana, hoy, sobre todo, tiene una especial vocación a ser testigo de la alianza pascual de Cristo, es decir, de ese amor que exige sacrificio como el de Cristo que dio su vida por nosotros. Pero que consigue una vida más plena y feliz. Todo amor verdadero tiene signo de cruz y lleva a la felicidad, cuesta trabajo y tiene sufrimiento, pero lleva a gozar. Así la familia irradia la alegría del amor y la certeza de lo que espera: la familia cristiana que vive así, proclama siempre las virtudes del reino y la seguridad que tiene de una vida eterna y bienaventurada.
2.5.5. Mensaje del Papa a las familias mexicanas.
Lee la siguiente Carta sobre la Familia:[1]
Ministerio de evangelización de la familia cristiana
52. En la medida en que la familia cristiana acoge el Evangelio y madura en la fe, se hace comunidad evangelizadora. Escuchemos de nuevo a Pablo VI: «La familia, al igual que la Iglesia, debe ser un espacio donde el Evangelio es transmitido y desde donde éste se irradia.
Dentro pues de una familia consciente de esta misión, todos los miembros de la misma evangelizan y son evangelizados. Los padres no sólo comunican a los hijos el Evangelio, sino que pueden a su vez recibir de ellos este mismo Evangelio profundamente vivido... Una familia así se hace evangelizadora de otras muchas familias y del ambiente en que ella vive».
Como ha repetido el Sínodo, recogiendo mi llamada lanzada en Puebla, la futura evangelización depende en gran parte de la Iglesia doméstica. Esta misión apostólica de la familia está enraizada en el Bautismo y recibe con la gracia sacramental del matrimonio una nueva fuerza para transmitir la fe, para santificar y transformar la sociedad actual según el plan de Dios.
La familia cristiana, hoy sobre todo, tiene una especial vocación a ser testigo de la alianza pascual de Cristo, mediante la constante irradiación de la alegría del amor y de la certeza de la esperanza, de la que debe dar razón: «La familia cristiana proclama en voz alta tanto las presentes virtudes del reino de Dios como la esperanza de la vida bienaventurada».
La absoluta
necesidad de la catequesis familiar surge con singular fuerza en determinadas 7situaciones, que la Iglesia constata por desgracia en diversos lugares: «En los
lugares donde una legislación antirreligiosa pretende incluso impedir la
educación en la fe, o donde ha cundido la incredulidad o ha penetrado el
secularismo hasta el punto de resultar prácticamente imposible una verdadera
creencia religiosa, la Iglesia doméstica es el único ámbito donde los niños y
los jóvenes pueden recibir una auténtica catequesis».
2.5.6. Liturgia familiar.
MONICIÓN
La Virgen María es Madre de la Iglesia, y queremos que también sea Madre de nuestra familia. La Virgen quiere siempre mostrarse como Madre de nosotros. Una Madre que nos instruye y acompaña para que nuestra familia sea la Iglesia doméstica que Jesucristo quiere que seamos. Por eso honramos de manera especial la imagen de la Virgen María.
RITO
Cada miembro de
la familia puede poner una flor frente a la imagen de la Virgen, o darle un
beso.
La mamá puede encender una vela o veladora, que simboliza nuestra fe, y ponerla frente a la imagen de la Virgen. Nuestra fe siempre está protegida y cuidada por la Virgen.
COMPROMISO
El primer sábado
de cada mes u otro día que más convenga, reunirse como familia y rezar juntos
el santo rosario frente a la imagen de la Virgen María, y que cada miembro de
la familia guíe un misterio.
2.5.7. EL SANTO ROSARIO.
En el año 1365 se combinaron los cuatro salterios. Se dividieron las 150 Aves Marías en 15 decenas y se puso un Padre nuestro al inicio de cada una de ellas. En 1500 se estableció, para cada decena, la meditación de un hecho de la vida de Jesús o María, y así surgió el Rosario de quince misterios. En el año 2002 el Papa San Juan Pablo II introdujo los misterios luminosos. Con ello, se cuentan actualmente 20 misterios en el Santo Rosario.
La Santa Iglesia recibió el Rosario en su forma actual en el año 1214 de una forma milagrosa: la Virgen se apareció a Santo Domingo de Guzmán y se lo entregó como un arma poderosa para la conversión de los herejes y otros pecadores de esos tiempos. Además, le encomendó la tarea de propagar su devoción.
La palabra Rosario significa "Corona de Rosas". La Virgen María ha revelado a muchas personas que cada vez que rezan un Ave María le entregan una rosa y por cada Rosario completo le entregan una corona de rosas. Así como la rosa es la reina de las flores, el Rosario es la rosa de todas las devociones y, por lo tanto, es la más importante.
El Rosario está compuesto por dos elementos: oración mental y oración verbal. La primera consiste en la meditación de los cuatro misterios. La oración verbal consiste en recitar las veinte decenas (Rosario completo) o cinco decenas del Ave María encabezadas por un Padre Nuestro.
Es una oración simple, humilde como María y que podemos rezar con ella. Con el Ave María la invitamos a que rece por nosotros. Al unir su oración a la nuestra, esta se hace más poderosa porque la Virgen siempre recibe lo que ella pide.
Por otro lado, en cada una de
sus apariciones, nos invita a rezar el Rosario como un arma poderosa en contra
del maligno, para traernos la verdadera paz. El Santo Rosario es considerado
como la oración perfecta porque se meditan los principales misterios o hechos
de la vida, muerte y gloria de Jesucristo y de su Santísima Madre. Estos están
distribuidos en los misterios gozosos, dolorosos, gloriosos y luminosos. [1]
MISTERIOS
GOZOSOS (LUNES Y SÁBADO)
“...meditar los misterios «gozosos» significa adentrarse en los motivos últimos de la alegría cristiana y en su sentido más profundo. Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnación y sobre el sombrío preanuncio del misterio del dolor salvífico. María nos ayuda a aprender el secreto de la alegría cristiana, recordándonos que el cristianismo es ante todo evangelio, 'buena noticia', que tiene su centro o, mejor dicho, su contenido mismo, en la persona de Cristo, el Verbo hecho carne, único Salvador del mundo...” (Rosarium Virignis Mariae, Juan Pablo II, Cap. II, 23)
1° La
Anunciación del Ángel a María y La Encarnación del Hijo de Dios
"Y habiendo entrado el Ángel donde estaba María le dijo: 'Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.' Y cuando ella esto oyó, se turbó con las palabras de él, y pensaba qué salutación sería ésta." (Lc 1,28-29)
Meditación
"El primer ciclo, el de los 'misterios gozosos', se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnación. Esto es evidente desde la anunciación, cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitación a la alegría mesiánica: 'Alégrate, María'. A este anuncio apunta toda la historia de la salvación, es más, en cierto modo, la historia misma del mundo. En efecto, si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf. Ef 1, 10), el don divino con el que el Padre se acerca a María para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo. A su vez, toda la humanidad está como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios."
2°
La visita de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel
"Y en aquellos días, levantándose María, fue con prisa a la montaña, a una ciudad de Judá, y entró en casa de Zacarías, y saludó a Isabel. Y aconteció que cuando Isabel oyó la salutación de María, la criatura dio saltos en el vientre. Y fue llena Isabel del Espíritu Santo." (Lc 1,39-41)
Meditación
"El primer ciclo, el de los 'misterios gozosos', se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnación... El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel, dónde la voz misma de María y la presencia de Cristo en su seno hacen 'saltar de alegría' a Juan (Lc 1, 44). Repleta de gozo es la escena de Belén, donde el nacimiento del divino Niño, el Salvador del mundo, es cantado por los ángeles y anunciado a los pastores como 'una gran alegría' (Lc 2, 10)."
3°
El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén
"Y sucedió que, hallándose allí, le llegó la hora del parto, y dio a luz a su hijo primogénito, y envolvióle en pañales, y recostóle en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón." (Lc 2,6-7)
Meditación
"El primer ciclo, el de los 'misterios gozosos', se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnación... Repleta de gozo es la escena de Belén, donde el nacimiento del divino Niño, el Salvador del mundo, es cantado por los ángeles y anunciado a los pastores como 'una gran alegría' (Lc 2, 10)."
4°
La Presentación de Jesús en el Templo
"Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: 'Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones'." (Lc 2,34-35)
Meditación
"El primer ciclo, el de los 'misterios gozosos', se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnación... Pero ya los dos últimos misterios, aun conservando el sabor de la alegría, anticipan indicios del drama. En efecto, la presentación en el templo, a la vez que expresa la dicha de la consagración y extasía al viejo Simeón, contiene también la profecía de que el Niño será 'señal de contradicción' para Israel y de que una espada traspasará el alma de la Madre (Lc 2, 34-35)."
5°
El Niño perdido y hallado en el Templo
"Después de tres días, ellos lo hallaron en el Templo. Él estaba sentado en medio de los Doctores de la Ley." (Lc 2, 46)
Meditación
"El primer
ciclo, el de los 'misterios gozosos', se caracteriza efectivamente por el gozo
que produce el acontecimiento de la encarnación... Gozoso y dramático al mismo
tiempo es también el episodio de Jesús de 12 años en el templo. Aparece con su
sabiduría divina mientras escucha y pregunta, y ejerciendo sustancialmente el
papel de quien 'enseña'. La revelación de su misterio de Hijo, dedicado
enteramente a las cosas del Padre, anuncia aquella radicalidad evangélica que,
ante las exigencias absolutas del Reino, cuestiona hasta los más profundos
lazos de afecto humano. José y María mismos, sobresaltados y angustiados, 'no
comprendieron' sus palabras (Lc 2, 50)."
MISTERIOS
DOLOROSOS (MARTES Y VIERNES)
"Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo. La piedad cristiana, especialmente en la Cuaresma, con la práctica del Vía Crucis, se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasión, intuyendo que ellos son el culmen de la revelación del amor y la fuente de nuestra salvación. El Rosario escoge algunos momentos de la Pasión, invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazón y a revivirlos." (Rosarium Virignis Mariae, Juan Pablo II, Cap. II, 22)
1°
La Oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní
“Entonces les dice: ‘Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo’.” (Mt 26, 38) (Rosarium Virignis Mariae, Juan Pablo II, Cap. II, 22)
Meditación
"El itinerario meditativo se abre con Getsemaní, donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre, contra la cual la debilidad de la carne se sentiría inclinada a rebelarse. Allí, Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres, para decirle al Padre: «no se haga mi voluntad, sino la tuya» (Lc 22, 42 par.). Este 'sí' suyo cambia el 'no' de los progenitores en el Edén. Y cuánto le costaría esta adhesión a la voluntad del Padre..."
2°
La Flagelación
“Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle.” (Jn 19, 1) (Los misterios dolorosos del Rosario, Ángelus, Juan Pablo II, 30.10.1983).
Meditación
"En los misterios dolorosos contemplamos en Cristo todos los dolores del hombre: en Él, angustiado, traicionado, abandonado, capturado aprisionado; en Él, injustamente procesado y sometido a la flagelación; en Él, mal entendido y escarnecido su misión; en Él, condenado con complicidad del poder político; en Él conducido públicamente al suplicio y expuesto a la muerte más infamante: en Él, Varón de dolores profetizado por Isaías, queda resumido y santificado todo dolor humano."
3°
La Coronación de Espinas
"…y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: '¡Salve, Rey de los judíos'." (Mt 27, 29) (VITA CHRISTI. Un breve sumario de los principales misterios de la vida de Cristo. Preámbulo para antes de la Vida de Cristo, Fray Luis de Granada)
Meditación
"Acabado el martirio de los azotes, comienza de nuevo otro no menos injurioso, que fue la coronación [de espinas]. Porque vinieron a juntarse allí todos los soldados... a hacer fiesta de los dolores e injurias del Salvador, y tejiendo primeramente una corona de espinas, fijaron por su sacratísima cabeza, para que así padeciese con ella con una parte sumo dolor, y por otra suma deshonra."
4°
Jesús con la Cruz a Cuestas
"... y Él, cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario, que en hebreo se llama Gólgota." (Jn 19, 17) (Homilía de S.S. Juan Pablo II en la Jornada del Perdón del Año Santo del 2000, 6)
Meditación
"'Dios tanto amó al mundo que dio a su Hijo único'. ¡Éste es en síntesis, el significado, del misterio de la redención del mundo! Hay que darse cuenta plenamente del valor del gran don que el Padre nos ha hecho en Jesús. Es necesario que ante la mirada de nuestra alma se presente Cristo, el Cristo de Getsemaní, el Cristo flagelado, coronado de espinas, con la cruz a cuestas y, por último, crucificado. Cristo tomó sobre sí el peso de los pecados de todos los hombres, el peso de nuestros pecados, para que, en virtud de su sacrificio salvífico, pudiéramos reconciliarnos con Dios."
5°
Jesús muere en la Cruz
"…y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: 'Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu» y, dicho esto, expiró'." (Lc 23, 46) (Vía Crucis celebrado en Roma, Juan Pablo II)
Meditación
"He aquí el
hombre, el Rey de los judíos, el unigénito. Él mismo se ha desnudado para
asumir la condición de siervo que da la vida por sus amigos, por los enemigos,
por cada ser humano, ha tomado sobre sí, sobre su cuerpo torturado, agotado,
ofrecido sin reservas; toda esa violencia que llevamos dentro, todo el peso de
nuestros rechazos, de nuestras rebeldías, de las traiciones, de los fracasos y
nos abre para siempre la fuente del perdón, las puertas del Reino de los
Cielos."
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